Sobre el FIT de Cádiz
El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz fue creado en 1986. Juan Margallo dirigió las seis primeras ediciones junto con Petra Martínez. José Sanchís Sinisterra realizó la edición de 1992. Al año siguiente, Pepe Bablé toma la dirección hasta su jubilación, en 2019. Isla Aguilar y Miguel Oyarzun se hacen cargo en plena pandemia de una edición de urgencia en 2020. Meses después, se convoca un concurso público para seleccionar la dirección artística. Isla Aguilar gana este concurso con un proyecto concebido como una dirección colegiada con Miguel Oyarzun.
A lo largo de estos años hemos asistido, naturalmente, a una enorme evolución tanto de las prácticas escénicas como de los modos de gestión y de las políticas culturales en el ámbito iberoamericano, así como también se ha ido dando una transformación en las propias comunidades artísticas, cada vez más híbridas y porosas.
En esta nueva etapa del FIT, se trata de ampliar el trabajo de investigación y mapeo de la escena iberoamericana contemporánea y de repensar los modelos artísticos y de gestión en clave de sostenibilidad y colaboración. Tenemos la vocación de contribuir a generar tejido y espacios de apoyo a la creación, la investigación de nuevos lenguajes, la producción y coproducción, la exhibición y la distribución internacionales. En definitiva, queremos atesorar y poner en valor los 35 años de historia del FIT de Cádiz, pero también de imaginar lo que todavía está por hacer y por nombrar, de generar estructuras porosas y flexibles que permitan proyectar el Festival al futuro y buscar de manera conjunta respuestas a los nuevos desafíos.
Nos encontramos en un momento liminal, de transición hacia un mundo post-pandémico, con una desigualdad global cada vez más acuciante que hunde sus raíces en los colonialismos históricos de la modernidad y sus sucesores, el imperialismo, la globalización, las discriminaciones sociales y las políticas extractivistas. La amenaza del cambio climático, las fricciones en las fronteras, las tensiones raciales y de género, el neoliberalismo, así como los movimientos políticos y sociales disruptivos convulsionan al mundo tal y como lo conocíamos. Cádiz se sitúa en el epicentro de la colisión de las placas tectónicas de Eurasia y África y del encuentro entre el Atlántico y el Mediterráneo. Dentro de la ciudad, la crisis económica y la pandemia también han acelerado los movimientos migratorios, el envejecimiento de la población, la desaparición de modos de vida, el cuestionamiento del tejido urbano... La particularidad del contexto de Cádiz invita a pensar en ese espacio liminal que une y divide a Cádiz como ciudad y como cruce espacio-temporal a nivel geográfico, histórico, urbano, socioeconómico, cultural y metafórico.
El FIT de Cádiz tiene la vocación de ser punto de encuentro y como tal tiene la oportunidad de resignificarse en el contexto actual, a ambos lados del Atlántico, como mediador entre realidades y diversidades culturales tan complejas y dispares como las que se aglutinan bajo el término de Iberoamérica –esa construcción cultural y política de la que formamos parte y que se enriquece tanto de lo que compartimos como de nuestras diferencias–. A través de proyectos que recojan miradas plurales queremos contribuir al ecosistema cultural y ser bisagra entre Iberoamérica y el resto del mundo. El FIT tiene que seguir ampliando su comunidad, local e internacional, desarrollar nuevos vínculos basados en la colaboración, el cuidado y los saberes compartidos. El FIT de Cádiz se sustenta en una identidad iberoamericana pero, también, ha de situarse como puente natural, único, entre América Latina, Europa, el Mediterráneo y África, dando cabida a esta amalgama de complejidades desde una diversidad de sensibilidades y abriendo espacios para recuperar narrativas todavía no contadas.
El carácter experiencial del FIT propicia el pensamiento crítico a través de encuentros, talleres y laboratorios. El Festival se propone como un laboratorio artístico y social para explorar la forma en que transitamos las contradicciones de nuestro pasado y nuestro presente, que dé valor a las artes como mediadoras a la hora de revisitar la memoria y la historia colectiva e individual desde distintos parámetros, auspiciando nuevos relatos y cuestionando un mundo en tránsito. Un FIT dialéctico-práctico que cuestione el binomio centro-periferia, incorpore el SUR global, explore los malestares de la contemporaneidad, posibilite los espacios y el tiempo para la escucha de voces silenciadas, arroje miradas emancipadoras a pasados no resueltos y proyecte visiones hacia un futuro todavía por articular desde distintos prismas, con el afán de construir un espacio común. La identidad iberoamericana del Festival obliga a una curaduría inclusiva que proyecte una mirada decolonial que trascienda las narrativas hegemónicas. Esto implica deconstruir la visión eurocentrista entendiendo la complejidad de los territorios iberoamericanos, así como sus deseos y malestares para mostrar el resultado estético de sus creaciones y pensamientos. El FIT tiene la oportunidad de visibilizar una deuda pendiente con el SUR global y desplazar las lógicas de centro-periferia arraigadas en la modernidad.
Desde la dirección, queremos promover un marco de relaciones basado en la idea de empatía y afecto que posibilite un abordaje coherente de conceptos tan necesarios y a la vez tan delicados como memoria, identidad, desigualdad, frontera, patriarcado, migración, medioambiente...
Proponemos un FIT de Cádiz
• desde una mirada decolonial y contemporánea a Iberoamérica
• que explore el territorio de Cádiz como frontera no sólo transatlántica, sino también con África y el Mediterráneo
• situado y en contexto con los deseos, las problemáticas y los malestares de la sociedad
• pensado desde la diversidad y la inclusión para atraer a nuevos públicos y creadores
• que expanda sus límites espaciales y temporales y su repercusión en el territorio, a través de residencias, acompañamientos, proyectos comunitarios y proyectos educativos
• con exhibición y producción, a partir del apoyo a la creación y de la colaboración en red
• con una gestión transparente y flexible que reimagine el modelo de Festival y fomente su crecimiento